-La forma más sencilla y efectiva de limpieza para las superficies lavables, es utilizar un paño húmedo con agua, un poco de vinagre para desinfectar y si queremos un lindo aroma, unas gotas de aceite esencial cítrico o floral (limón, lavanda, bergamota, o la que más te guste!) Lo importante es no volcar la solución en el mueble, sino prepararla en un envase con aspersor o gatillo y vamos rociando el paño.
-Si la superficie no es lavable, lo ideal es usar algún cepillo extensible o plumero de filamentos de nylon, que en vez de dispersar el polvo, lo atraen.
(En otro post les contamos cómo devolver el brillo a los muebles o solucionar pequeños rayones)
Qué no recomendamos usar:
-Lustramuebles: estos productos tienen solventes que erosionan las capas de protección de tus muebles y por otro lado, siliconados que lo engrasan (de ahí el brillo) Esa grasitud es un dolor de cabeza a la hora de pintarlos ya que brotan y producen lamparones amarillentos. Realmente es un enemigo a la hora de limpiar!
-Renovador de muebles: son similares a los anteriores, hay otras formas más convenientes de disimular arañazos y dar brillo a la madera.
-Alcohol: es un diluyente, motivo por el cual, puede remover las capas de protección.
-Productos químicos: en general suelen ser abrasivos y deterioran las capas de protección. Por ello si eligen usarlos, evitar aplicarlos en forma directa sobre el mueble.