Cuando de renovar un espacio se trata, pocas cosas aportan una transformación tan radical como el cambio de un piso.
Si alquilamos y tenemos pisos que no nos gustan y no podemos modificarlos o no queremos realizar una gran inversión, o pasar unos días con polvillo, ruidos y albañiles en casa, los pisos flotantes, resultan una opción súper recomendable.
Son de fácil y rápida instalación (lo podés hacer vos mism@), se adaptan a todos los bolsillos y por su resistencia a los impactos, son perfectos para zonas de mucho tránsito o en hogares donde habitan niños.
Por qué elegir instalarlos:
-Para unificar varios pisos (granito, parquet y cemento) sin romper y preservando los suelos originales.
-Son muy realistas: si son de calidad, imitan muy bien el aspecto y tacto de la madera natural.
-Por su fácil mantenimiento.
-Porque son inalterables expuestos a la luz del sol.
-Por la posibilidad de reciclarlo: si se alquila, puede quitarse e instalarse en otra propiedad con poco desperdicio.
Tips para colocarlos:
-Requiere materiales muy sencillos: sólo necesitas herramientas de medición (metros, escuadras) y herramientas de corte (de preferencia de corte recto como una mini sierra y para ángulos o zonas curvas, una caladora). Dato: Tener sierritas extras de repuesto a la hora de trabajar.
-Si no tenemos esas herramientas podemos contemplar alquilarlas en algún lugar especializado.
-La carpeta debe ser lisa, de lo contrario debemos nivelar el suelo previamente.
-Colocar una manta con film de 2 mm de espesor (generalmente se consigue en el mismo lugar que los pisos).
-Debemos dejar dilatación en bordes perimetrales (aprox. 15 mm), lo mismo si una habitación es de más de 6 metros de ancho o largo, se debe dejar una junta de dilatación en el medio y taparla con un perfil.
-Si hay áreas con recovecos, les recomendamos hacer los moldes en papel y luego pasarlos a los listones.
-Comenzar por un área donde sea más sencilla y menos visible, para ir ganando experiencia.